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martes, 2 de abril de 2013

Cinco venenos blancos (III)


El azúcar refinado

El azúcar blanco no aporta ningún nutriente, aporta energía, pero nada más. No se puede considerar como un alimento, ya que es una sustancia química pura extraída de fuentes vegetales como la caña de azúcar o la remolacha, a las que se les extrae el jugo eliminando toda la fibra y las proteínas que forman el 90% de dichas plantas. Para dejar limpio el líquido que contiene el azúcar, se añade cal viva y es ahí donde esa reacción alcalina mata casi todas las vitaminas, luego se añade dióxido de carbono para acelerar la cal. El líquido azucarado resultante pasa por filtros que lo separan de las impurezas. Luego viene otro tratamiento con sulfato de calcio y ácido sulfúrico para decolorar y dejarlo casi blanco. Así, el azúcar refinado no tiene proteínas, ni vitaminas, no tiene minerales, no tiene enzimas, no tiene oligoelementos, no tiene fibra, no tiene grasas y no es de ningún beneficio en la alimentación humana. Debido a que el azúcar refinado ha sido despojado de todos los nutrientes, para procesarlo, nuestro cuerpo debe "pedir prestados", a los tejidos y órganos, los minerales y las vitaminas que requiere para metabolizar el azúcar. El azúcar daña así a largo plazo. El efecto más comúnmente conocido del consumo de azúcar es la diabetes, pero no es el único, ya que además:
  • Causa hiperactividad, ansiedad, dificultad para concentrarse e irritabilidad en los niños.
  • Puede producir un aumento significativo de los triglicéridos.
  • Contribuye a la disminución de las defensas contra las infecciones bacterianas.
  • Causa pérdida de elasticidad en de los tejidos, dicho de otro modo: envejecimiento.
  • Reduce el HDL (lipoproteínas de alta densidad) vulgarmente conocido como colesterol bueno.
  • Contribuye a una deficiencia crónica de cromo.
  • Contribuye los  procesos cancerígenos.
  • Causa deficiencia de cobre.
  • Interfiere negativamente en la absorción de calcio y magnesio.
  • Debilita la vista.
  • Eleva los niveles de neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) al igual que otras drogas adictivas.
  • Aumenta la glucosa en sangre y causa hipoglucemia.
  • Acidifica el organismo.
  • Aumenta los niveles de adrenalina en niños.
  • Personas con enfermedades intestinales presentan mala absorción de azúcares en el intestino. Por lo tanto aumenta el riesgo de sufrir enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.
  • A mayor consumo de azúcar más arrugas.
  • Causa caries.
  • Contribuye a la obesidad.
  • Empeora el estado de úlceras gástricas o duodenales.
  • Causa artritis.
En el caso de los niños, una dieta rica en azúcar es muy perjudicial porque influye en su crecimiento y provoca descalcificación en todas las etapas de la vida. Por otro lado, también altera el sistema nervioso, debido al aumento de glucosa en el torrente sanguíneo y al déficit de vitaminas B1 y B2. Además, el azúcar puede producir alteraciones de conducta, como es el caso de la hiperactividad. También favorece el aumento de triglicéridos en sangre, la alteración de la flora intestinal y un desequilibrio glucémico. Las enfermedades del sistema nervioso afectan a muchas personas y el consumo de azúcar está relacionado con ello. Cuando una persona padece depresión, ataque de pánico o algún tipo de psicosis, puede comprobarse que su dieta consta de una gran cantidad de azúcar refinado.
Un cambio de alimentación, prescindiendo de alimentos que pueden ser nocivos para la salud, genera cambios en el comportamiento psicológico y muchas veces ayuda en la resolución del conflicto tanto psíquico como físico. La abstinencia de azúcar blanco refinado y el agregado de alimentos que contienen carbohidratos de otra calidad, modifica la química interna, ayudando a mejorar la condición emocional. Suele ocurrir que los síntomas de ansiedad o trastorno emocional estén íntimamente relacionados con un desequilibrio de la glucosa en sangre, debido, justamente, al consumo de sacarosa o azúcar refinado. La realidad es que el azúcar es una sustancia tan adictiva como las drogas, y que provoca estragos en el organismo. Cuando consumimos azúcar (sacarosa) el sistema inmunológico se debilita durante 6 horas, lo que nos hace más vulnerables a los gérmenes, virus y bacterias nocivas. Por otro lado, el azúcar reduce las ganas de comer alimentos nutritivos como las verduras, lo que puede resultar en carencias nutricionales. El problema es la manera en que la consumimos, porque las frutas y verduras, por sí mismas, ya contienen azúcar, y ésta sí es beneficiosa para el organismo.
Desafortunadamente los edulcorantes químicos también son dañinos, muchos de ellos aún más que el propio azúcar blanco, pues aumentan el riesgo de cáncer, como el aspartamo, la sacarina y ciclamatos, que podemos encontrar en productos como el refresco light. El contenido de azúcar en los alimentos industrializados se esconde bajo nombres químicos, y así leemos que contiene dextrosa, maltosa, sacarosa, sucrosa, miel, melasa, glucosa, fructosa, miel de maíz, miel invertida. Por lo general, todos los ingredientes que terminen en "osa", son simplemente azúcar refinado.
El edulcorante sucralosa es básicamente azúcar clorada, y por tanto, presenta muchos de los riesgos del cloro. Las dioxinas son un subproducto del procesado del cloro, un carcinógeno 300.000 veces más potente que el DDT. Lo descubrió por error un investigador que trabajaba con compuestos para elaborar pesticidas. Muchos refrescos utilizan la sucralosa como edulcorante.
La sacarina también es un carcinogéno, que ha sido prohibido hace años en muchos países.
Pero sin duda, el peor de los edulcorantes artificiales es el ASPARTAMO (E951), que también podemos encontrar en los refrescos light y en algunos medicamentos (leer siempre los prospectos). Es una exitotoxina y un neurotóxico. Algunos de los efectos más graves del aspartamo son:
  • Tumores en el cerebro
  • Esclerosis múltiple
  • Epilepsia
  • Diabetes
  • Parkinson
  • Alzheimer
  • Fibromialgia
Por todo esto, si queremos mantener la salud, el azúcar debe ser eliminado de la dieta, pues aún en pequeñas cantidades es dañino. Evitar el azúcar y los alimentos que lo contienen en forma disfrazada es indispensable.
Existen muchas alternativas sanas para endulzar, tales como el azúcar integral de caña, la miel, las frutas desecadas. También puedes probar a no endulzar, aprende a paladear los sabores naturales de los alimentos.

 

 AZÚCAR INTEGRAL

El azúcar integral de caña se obtiene mediante la trituración de la caña de azúcar y contiene todos los nutrientes de ésta.
Tiene un sabor muy agradable, como a regaliz y su textura es un poco pegajosa ya que es muy rico en melaza o "miel de caña". Cuando compremos azúcar integral veremos que según el fabricante el azúcar es mucho, poco o nada pegajoso. Eso nos puede indicar que ha sido refinado un poco, mucho o nada. Para que el azúcar integral mantenga sus cualidades nutricionales debe estar sin refinar o bien lo menos posible. Para eso bastará con tocarla y si se pegotea, significa que hay presencia de melaza y es rica en nutrientes; su color puede ser otra referencia, hay algunos azúcares integrales que están casi blancos; eso delata que ha sido varias veces refinada.
El azúcar integral o moreno es muy rico en hidratos de carbono, contiene casi un 95%; nos aporta vitaminas del tipo B (B1 y B2) y altos contenidos de Vitamina A como también ácido pantoténico. Su color amorronado delata la presencia de fibras solubles de fácil absorción y digestión. Posee menos calorías que el azúcar blanco, pero su presencia también es importante.
Un detalle importante es que el azúcar moreno o integral posee riqueza en sales minerales alcalinas que ayudan a alcalinizar nuestro PH, lo cual es saludable para nuestra salud, ya que tendemos a estar todos con un PH sanguíneo demasiado ácido.
Algunas propiedades del azúcar moreno de caña son:
  • Ayuda a mantener regulados los niveles de azúcar en sangre.
  • Ayuda a prevenir la desnutrición.
  • Ayuda a alcalinizar el PH.
  • Ayuda a combatir el cansancio.
  • Ayuda a tener un mejor crecimiento y desarrollo mental.


 

LA MIEL

La miel es un buen endulzante que nos servirá como opción al azúcar tradicional. Es cierto que su grado de dulzor es mayor, por lo que el aporte calórico es más alto, pero no se trata de calorías vacías, ya que la miel contiene infinidad de enzimas y minerales que la convierten en un alimento muy saludable para el organismo. Además, nos aporta muy buenas dosis de antioxidantes y vitaminas necesarios para conseguir unas células en perfectas condiciones, además de la cantidad de beneficios medicinales que nos brinda.
Rica en vitaminas, minerales y aminoácidos, la miel es un poderoso agente antimicrobiano para combatir los resfriados de las épocas de frío. Además, es una aliada contra el envejecimiento, puesto que contiene antioxidantes que frenan la aparición de radicales libres.
La miel es de fácil asimilación, ya que posee hidratos de carbono de cadenas cortas. Entre sus propiedades destacan:
  • Facilita la digestión y la asimilación de otros alimentos.
  • Mejora la conservación de los alimentos.
  • Regulariza el funcionamiento intestinal.
  • Disminuye la duración de diarrea causada por organismos como la Salmonella, Shigella y la E. Colli.
  • Es altamente recomendada para calmar la tos.
  • Posee propiedades sedantes, favoreciendo la absorción de triptófano, que es precursor de la serotonina.
  • Es antihemorrágica, antianémica, antiséptica, antitóxica, emoliente y febrífuga.
  • Mejora el rendimiento físico y el vigor sexual.
  • Es eficazmente utilizada para el tratamiento de astenia o estados de cansancio.
  • Contribuye a la formación de glóbulos rojos, debido a la presencia de ácido fólico.
  • Es utilizada para el tratamiento de faringitis, laringitis, rinitis, gripes, los estados depresivos menores, las úlceras, la gastritis, las quemaduras, etc, ya que es un bactericida natural.
  • Estimula la formación de anticuerpos, debido al ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc. Esto significa que la miel estimula el sistema inmunológico reforzando las defensas para prevenir enfermedades.
  • Aumenta la cantidad de glucógeno disponible en el hígado y ejerce una acción hepato-protectora.
  • Es beneficiosa para el corazón.
 
 

Frutas desecadas

Otra sana opciòn a la hora de endulzar. Las frutas desecadas conservan todas las propiedades de la fruta fresca a la avez que aparecen otras increibles de aprovecharlas.
Entre los diferentes grupos de vitaminas que podemos encontrar en las frutas desecadas, destacan: provitamina A, vitamina B1 (tiamina) y vitamina B3 (niacina).
También cuentan con minerales, tales como calcio, hierro y potasio, siendo ideales tanto para niños como para personas mayores.
Eso sí, se debe tener en cuenta que procesos tales como el empleo de compuestos azufrados durante la desecación destruyen la vitamina B1.
Beneficios y propiedades de las frutas desecadas
Aunque las frutas desecadas posean un elevado valor calórico, sí contienen muchos beneficios y propiedades para la salud.
Esto es así porque poseen un gran contenido en fibra soluble, lo que les confiere propiedades laxantes, a la vez que permiten que la liberación del azúcar en la sangre se realice de forma gradual.
Por ejemplo, frutas desecadas como los dátiles o la ciruela son tremendamente eficaces para tratar el estreñimiento, al disponer de una gran cantidad de fibra insoluble (celulosa).
Lo màs conveniente, teniendo en cuanta la cantidad de "disfraces" que la industria le pone a los alimentos saludables, es invertir en una màquina deshidratadora hogareña, asì podemos realizar nuestro propio almacenamiento de frutas y verduras secas para las estaciones de invierno por ejemplo.
 
"Que tu alimento sea tu medicina..."
Patry
 

 

 

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