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jueves, 26 de diciembre de 2013

Diente de león



Nada más agradable que obtener una rica ensalada sólo caminando hasta el jardín más próximo, y sin pagar ni un peso. Y es que el diente de león es una “maleza” llena de propiedades que abunda en cualquier pedazo de tierra durante casi todo el año.
Considerada por lo general una “mala hierba”, las hojas del diente de león se consumen en ensaladas, y se le han atribuido numerosas propiedades medicinales. Siendo tan fácil de recolectar en el campo o de cultivar en nuestro huerto, es una lastima que no se incluya como una verdura más de una manera habitual en la dieta diaria saludable.
Sus hojas profundamente angulares forman una roseta basal en la primavera y cabezas florales que nacen de pecíolos alargados. Todas las hojas y tallos huecos de las flores crecen directamente del rizoma.

Las flores, al terminar la floración, se transforman de amarillas en esas características esferas blancas formadas por un conjunto de pelos muy volátiles. Al cortar la raíz, de las hojas brota un líquido lechoso rico en caucho. 

UNA VERDURA VITAMINIZADA

El diente de león es la verdura más rica en vitamina A, en forma de betacarotenos. La vitamina A constituye uno de los mejores antioxidantes, capaz de neutralizar los radicales libres que son causantes de numerosas enfermedades degenerativas. Se ha comprobado que la vitamina A es necesaria para el buen estado de la vista, previniendo la aparición de enfermedades como la ceguera nocturna, las cataratas o el glaucoma. No menos importante resulta esta vitamina para la conservación de la piel, previniendo la aparición de numerosas anomalías como: eccema, acné, psoriasis, piel seca, herpes, y ayudando a la curación de cortes, heridas, quemaduras, etc. Unos 30 g frescos de esta planta cubren las necesidades diarias de un adulto.
El diente de león contiene cantidades abundantes de vitamina C y ácido fólico. La vitamina C constituye, junto con la vitamina A, otro de los mejores antioxidantes, y el ácido fólico, entre otras propiedades, ayuda a proteger el feto contra las malformaciones.

UN ALIMENTO MUY RICO EN MINERALES

Destaca especialmente su contenido en potasio que contrarresta el sodio y contribuye a sus propiedades diuréticas. Igualmente interesante para la circulación sanguínea y el control de la hipertensión, resultan sus proporciones elevadas de magnesio y especialmente su elevada proporción de calcio. El calcio, además de su reconocido valor para el desarrollo de los huesos y la prevención de la osteoporosis, tiene gran importancia para evitar enfermedades circulatorias, como la formación de trombos en las arterias. El diente de león es, después de las espinacas (210 mg por cada 100g de peso fresco), la verdura que contiene más calcio (187 mg por cada 100g de peso fresco). Aunque hay que precisar que no todo este calcio se absorbe bien, pues, tanto las espinacas como el diente de león, son muy ricos en oxalatos que inhiben parte de la absorción de este mineral. Aún así se pueden considerar como buenas fuentes de calcio.
El diente de león contiene bastante fósforo, por lo que comer esta verdura nos ayudara a mantener nuestros dientes, huesos y pelo en mejores condiciones.
Esta verdura es, además, una buena fuente de cobre. Este mineral interviene también en la formación de los huesos y en el buen estado de los nervios y de las defensas. Junto con el hierro, tiene un papel fundamental en el mantenimiento de los glóbulos rojos y la buena salud de nuestras arterias.
El diente de león es la fuente vegetal más importante de hierro. El hierro en los alimentos resulta útil para prevenir la anemia. Aunque las espinacas tienen la fama de ser la verdura que contiene más hierro (1,5 mg por cada 100 g de planta fresca), en realidad son superadas por el diente de león (3, 10 mg por cada 100 g de planta fresca).

UNA COMIDA LIGERA Y DIURÉTICA  

El diente de león, como la mayoría de las verduras de hoja verde, resulta un alimento con muy pocas calorías como consecuencia de su bajo contenido en grasas e hidratos de carbono y su elevada proporción de agua. Todo ello lo convierte en uno de los alimentos menos calóricos (tan solo 16 calorías por cada 100 g de planta fresca). Siendo además uno de los principales alimentos diuréticos, resulta ideal para las personas que quieran realizar dieta para adelgazar o aquellas personas que presenten problemas de obesidad, además de ser muy conveniente para las que tengan problemas de retención de líquidos.
Resulta muy conveniente mezclar esta planta con un conjunto de plantas con propiedades depurativas similares, como el apio, la cebolla o la zanahoria u otros alimentos naturales. También se pueden cocer todas ellas en forma de caldo, que contiene muchas vitaminas y de gran valor depurativo.

USO EN MEDICINA POPULAR

Hepático: es un buen estimulante de la función hepática y biliar, siendo muy útil en aquellos casos en que se presente hepatitis o cirrosis. Por sus propiedades depurativas y hepatoprotectivas, el diente de león puede utilizarse para depurar la sangre de toxinas y proteger el hígado de una posible degeneración causada por intoxicación alimentaria o química (decocción de 100 g de raíces en litro y medio de agua. Tomar tres tazas al día).
Diurética: es una de las plantas que más estimula la producción de orina. Hasta el punto que su nombre vulgar en catalán pixallits (mea camas) hace referencia a este aspecto. De ahí que su uso es muy adecuado en aquellos casos en que resulte interesante eliminar tanto agua -edemas u obesidad- como en aquellos en los que resulta fundamental eliminar toxinas de la sangre -colesterol, ácido úrico, diabetes, etc.-, y favorecer la expulsión de las piedras del riñón (infusión de las hojas secas. Tomar 3 tazas al día. La misma infusión también puede realizarse con la mezcla de hojas más raíces).
Aperitiva: Aparte de sus propiedades diuréticas, el diente de león constituye una planta silvestre comestible con propiedades aperitivas muy destacadas, cuando se toma combinada con otras verduras o plantas silvestres en ensaladas, en cuyo caso mejora mucho la digestión. Indicada en casos de inapetencia o trastornos alimentarios como la anorexia.
Estreñimiento: Constituye un laxante suave (5 gramos al día de extracto fluido).
Várices y hemorroides: También su riqueza en taninos la convierte en una buena amiga, con propiedades calmantes y relajantes de problemas circulatorios periféricos (baños locales con la decocción de toda la planta).

¿CÓMO CONSUMIR EL DIENTE DE LEÓN?

Conviene consumir el diente de león como una verdura fresca en ensaladas. De esta manera conservamos todas sus vitaminas, todas las propiedades vistas anteriormente (para prevenir, remoje las hojas en agua con vinagre y, luego, enjuáguelas con agua pura). Además suministra a las ensaladas un toque de sabor amargo muy interesante, tanto más si la mezclamos con otras hierbas silvestres comestibles, como el berro, por ejemplo . Sus flores y hojas secas pueden ser tomadas mediante tisanas.
También los pétalos de las flores pueden contribuir a dar sabor y color a ensaladas mixtas. Los botones de las flores son apreciados si se preparan maceradas con aceite de oliva, limón y sal. Con las raíces del diente de león, tostadas y molidas se puede realizar un sustitutivo del café, bastante delicioso pero sin los inconvenientes que presenta la bebida original. 

ALGUNAS RECETAS ÚTILES

- Para calmar la inflamación y hacer que el cuerpo sea más resistente a las alergias, realizaremos una decocción mezclando una porción de raíz de diente de león y media de regaliz.
-Si lo que queremos es metabolizar las grasas, mejorar la eliminación de residuos y luchar contra la celulitis, podemos tomar hojas de diente de león y hojas de ortiga en infusión.
-La decocción de la raíz de diente de león es útil para la limpieza del hígado, el fortalecimiento de los nervios, la mejora del estado de ánimo, la descongestión de fosas nasales y pulmones, prevenir gases y calmar el dolor de estómago.

Infusión con diente de león para la hipertensión Hervir 1 litro de agua, bajar el fuego y agregar 2 cucharadas de raíces frescas, lavadas y picadas. Dejar cocer a fuego lento por 1 minuto, con el recipiente tapado, luego retirar del fuego y agregar 2 cucharadas de hojas recién picadas. Dejar reposar por 40 minutos. Colar y tomar 2 tazas al día.
Infusión con diente de león para el hígado Hervir  1 litro de agua, bajar el fuego y agregar unas 20 cucharadas de hojas, tallos y raíces frescas de diente de león picadas. Dejar cocer a fuego lento por tanto tiempo como sea necesario hasta que el líquido se reduzca a sólo medio  litro), luego colar. Tomar 3 cucharadas 6 veces al día.

Remedio depurativo con diente de león Hervir 60 g de hojas y raíces de diente de león en 1 litro de agua. Tomar un vaso antes de las comidas.

Remedio con diente de león para recuperar el apetito Hervir, durante diez minutos, una porción de raíces trituradas y de hojas desmenuzadas en un litro de agua. Dejar en maceración hasta que se enfríe. Tres tazas al día antes de las comidas.

Remedio con diente de león para la verrugas Extraer la  savia lechosa del diente de león, empapar una bolita de algodón y frotar, con ella, la verruga.  Repetir la acción varias veces al día durante un mes.

Remedio con diente de león para las manchas de la vejez Extraer la savia lechosa del  diente de león, empapar una bolita de algodón y frotar sobre las manchas varias veces al día.

ENSAYOS CLÍNICOS Y DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS
Es comprensible -en el contexto capitalista- el hecho de que no haya muchos estudios sobre el valor medicinal de una hierba que crece en ambientes tan libres y silvestres y que, casi siempre, se puede conseguir sin dificultades. No obstante, sí existe alguna investigación sobre sus efectos positivos y sus usos.
El escritor y botánico Christopher Hobbs, relata que durante un estudio realizado en Italia en 1938, a 12 personas que padecían síntomas de una disfunción en el hígado, se les inyectó 5 milímetros de extracto de diente de león durante 20 días. De estas 12 personas, 11 tuvieron una bajada significativa del nivel de colesterol y todas ellas se sintieron mejor.
K. Faber, autor de una obra de referencia sobre esta planta, afirmó que las pruebas clínicas realizadas en China a mediados del siglo XIX, demostraron que era efectivo contra la bronquitis, la neumonía, las anginas y otros problemas respiratorios.
Existe un estudio de 1974 realizado por Elizabeth Racz-Kotilla, Gabriel Racz y A. Solomon en el que se suministró a ratas y a ratones 50 mililitros de infusión de diente de león durante todo un mes. Los animales perdieron el 30% de su peso original debido a la función diurética, al suave efecto laxante y al fortalecimiento de la función del hígado.
Por último, señalar que de acuerdo con un estudio de 1979 llevado a cabo por K.K. Kotobuki Seiyaku, cuando los polisacáridos y los extractos acuosos del diente de león se administran a los animales, éstos desarrollan una actividad antitumoral.



De paso les dejo la receta de como me gusta disfrutar sus hojitas frescas.

-Hojas de diente de león
-Tomate cherry
-Cebolla morada
-Sal y aceite de oliva
Todo a gusto


Quería contarles de ésta "menospreciada" pero tan increible plantita a la que espero con ansias en la primavera y disfruto tanto  el jugmi patio llena de ella, la recolecto, la disfruto en ensaladas frescas o jugos verdes y otra parte la pongo a secar para las infusiones invernales. Espero puedan apreciar una muestra más de que en la naturaleza tenemos todo lo que necesitamos para obtener salud.

"Que tu alimento sea tu medicina..."
Patry
 

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